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Esta es la última entrada centrada en el artículo de Leah Penniman sobre la humildad ecológica, prácticas agrícolas y maneras de pensar que rechazan la idea de la supremacía humana. Hemos visto cómo, a través del ritual, podemos expresar nuestro respeto y nuestra conexión a la madre tierra, además de reconocer lo que nos regala. A través de las prácticas tradicionales como la producción y el uso comprometido del compost establecemos una relación recíproca con la Naturaleza, alimentando y enriqueciendo nuestras tierras.
El tercer pilar de la humildad ecológica de Penniman es la biomímesis cultural, y es la parte más abstracta y menos ligada a la agricultura, a pesar de los ejemplos en el artículo. Por parecer la base menos desarrollada y la menos concreta puede que sea al mismo tiempo la más importante y la más peligrosa y por eso hay que profundizar en ello.
En su artículo Penniman mezcla tres ideas distintas. Citando a adrienne maree brown dice, «Brown nos recuerda que, como el patrón fractal de un helecho, lo pequeño refleja lo grande. Es decir, nuestras prácticas internas e íntimas se reflejan en las formas en que la sociedad funciona bien o mal». Inmediatamente después propone la red subterránea de micelio que alimenta los árboles del bosque como modelo cultural.
En realidad, la idea de Brown, por lo menos como la presenta Penniman, mezcla dos conceptos. Primero, los patrones fractales que podemos observar en las formas de las deltas de los ríos o las ramas de los árboles son una regularidad matemática presente en todo la Naturaleza, y no unas reflexiones. Segundo, el concepto de lo pequeño reflejando lo grande se llama la analogía microcosmos-macrocosmos y es casi tan antigua como la humanidad. Postula que hay una similitud estructural entre las cosas pequeñas y las grandes y que la similitud es tal que las verdades del cosmos y de la naturaleza humana se pueden inferir el uno del otro. Deberíamos notar aquí que esta analogía conducía a algunos pensadores a atribuir un alma al mundo, algo parecido al concepto Gaia.
Sin embargo, la analogía nos trae un problema y una pregunta, y con ellos el peligro de un concepto sin desarrollar. En el pensamiento occidental hemos visto una analogía entre el sol en el cosmos, el rey en su reino y el corazón en el cuerpo. Con este ejemplo vemos que la analogía nos permite «explicar» las cosas que nos rodean metafóricamente, pero no es una técnica analítica. Entonces, ¿es realmente un ejemplo de la biomímesis? Si no, ¿qué es la biomímesis?
En las palabras de Janine Benyus, una pionera en el campo, la biomímesis es una ciencia «que estudia los modelos de la Naturaleza y luego imita o se inspira en estos diseños y procesos para resolver problemas humanos». Esta ciencia toma la Naturaleza como «modelo, medida y mentor» con el fin de «replicar sus formas, procesos y ecosistemas para crear diseños más regenerativos». Las formas, los procesos y los ecosistemas representa niveles distintos en la biomímesis, con la reproducción a nivel del ecosistema la más sofisticada e importante porque un diseño biomimética debería formar parte de una «economía que funciona para restaurar en vez de mermar la Tierra y su gente».
Hasta aquí bien, pero nos falta todavía entender qué es la biomímesis cultural, algo que Penniman no define, sino que ilustra con los ejemplos de organizaciones de las cuales forma parte. Además, si buscamos “biomímesis cultural” en internet, encontramos perspectivas culturales sobre la biomímesis, pero no encontramos nada sobre el concepto de biomímesis cultural. Entonces, ¿qué puede significar?
Sabiendo que la cultura refiere al conjunto de manifestaciones de la vida social de las gentes, es de suponer que un concepto llamado «biomímesis cultural» implica una práctica a nivel del (eco)sistema. Dicho de otra manera, la biomímesis cultural debe centrarse en y usar modelos de ecosistemas con el objetivo de mejorar nuestras organizaciones y prácticas socio-culturales. Una biomímesis cultural no debe aislar las formas y los procesos de sus sistemas.
Banyus ha hecho dos observaciones sobre la biomímesis que me parecen aun más importantes
en el contexto de las culturas humanas. Primero, respecto a los sistemas ha dicho en una «charla TED» que «…la vida no trata realmente de cosas; no hay cosas en el mundo natural divorciadas de sus sistemas.» En el caso de los sistemas socio-culturales tiene que ser una verdad <<doble>> porque hablamos de sistemas no biológicos metidos dentro de los ecosistemas biológicos de la Tierra. Segundo, Banyus insiste en que el ethos de la biomímesis no consiste solamente en entender cómo funciona la vida, sino también en crear las condiciones que la fomenta. En el caso de la biomímesis cultural parece implicar fomentar no solamente la vida sociocultural, ni solamente la vida humana, sino toda la vida de la Tierra.
No sé si hemos alcanzado algo que podemos llamar la biomímesis cultural o si es posible alcanzarla completamente, pero al escribir estas líneas pienso en dos ejemplos: la cultura de los tucanos descrita por Gerardo Reichel-Dolmatoff de que hemos hablado, y el análisis del sistema campesino de Jaime Izquierdo. No son ejemplos perfectos. Por ejemplo, Izquierdo se centra en analizar la integración de una cultura humana con su ecosistema. En su obra no vemos procesos socioculturales que miman los de la Naturaleza, sino más bien simplemente los que permiten al pueblo llevar una vida que apoya y fomenta la vida del ecosistema.
Me temo que de momento la biomímesis cultural sea más un objeto al que deberíamos aspirar que algo que hemos alcanzado. Tenemos modelos parciales en las buenas etnografías o en algunos análisis de sistemas humanos. Sin embargo, aunque la biomímesis cultural sea una meta imposible de lograr, puede que llegue a ser la mejor expresión de la humildad ecológica.
Referencias:
Banyus, Janine. https://biomimicry.net/b38files/A_Biomimicry_Primer_Janine_Benyus.pdf 2011.
Banyus, Janine. biomímesis: Como la ciencia innova inspirándose en la Naturaleza. Barcelona: Tusquets, 2012 (1997).
Banyus, Janine. https://www.ted.com/talks/janine_benyus_biomimicry_s_surprising_lessons_from_nature_s_engineers (Disponible con subtítulos y transcrito en español) 2005.
Izquierdo Vallina, Jaime. La casa de mi padre. Oviedo; KRK. 2012.
Reichel-Dolmatoff, Gerardo. Amazonian Cosmos: The Sexual and Religious Symbolism of the Tukano Indians. Chicago: University of Chicago Press. 1970.